El secreto del dolor
Cuando vi a este extraño hombre afligido, un tipo diferente de dolor atravesó mi corazón. Había un vínculo invisible entre él y mi marido: una conexión, una historia compartida de la que yo no sabía nada. Repasé mentalmente todas las conversaciones que habíamos mantenido mi marido y yo, en busca de pistas. ¿Me había perdido algo? Decidida, decidí desvelar la parte de la vida de mi marido que había permanecido oculta para mí hasta ahora.

El secreto del dolor
Semanas de rutina
Pasaron semanas en las que observé la inquebrantable rutina de aquel hombre. Ninguna nota nueva, ninguna desviación de su sacrosanto patrón. Sólo cambiaba el tiempo. Por lo demás, todo seguía igual. Nada me revelaba la verdadera razón de este ritual, y mis pensamientos seguían girando en torno a él. ¿Tenía razón en mis sospechas? Las visitas misteriosas continuaron, dejándome con preguntas silenciosas y sin respuesta.

Semanas de rutina