Cada semana ponía flores en la tumba de mi marido, pero lo que descubrí me hizo estremecer.

PUBLICADO EN 10/01/2025
Publicidad

Robert dice: No hay pistas

Robert, el mejor amigo de mi marido, me recibió con su aura familiar y tranquilizadora. Tomando té juntos, rememoramos tiempos más felices que provocaron una fugaz sonrisa. Cuando por fin le pregunté por el misterioso visitante, sacudió lentamente la cabeza, con los ojos llenos de comprensiva calidez. “No recuerdo a nadie fuera de lo común”, dijo en voz baja, colocando una mano sobre la mía de forma reconfortante. No había rastro de conocimiento oculto en su mirada, sólo una tristeza silenciosa y compartida. Pero a pesar de sus palabras, el misterio seguía sin resolverse, y yo me quedé con preguntas sin respuesta y una creciente sensación de inquietud.

Robert Sagt Keine Anhaltspunkte

Robert no da pistas

Publicidad

Crece la inquietud

A medida que se acercaba otro domingo, las preguntas sin respuesta daban vueltas en mi mente. La rutina familiar se cernía sobre mí, pero aún no había encontrado las respuestas. Una profunda sensación de inquietud pesaba sobre mi pecho, susurrándome que faltaba algo crucial. Podía sentir la presión del tiempo empujándome a resolver el rompecabezas. Cada pregunta sin respuesta dejaba su huella y hacía que la anticipación del siguiente encuentro con lo desconocido pareciera a la vez aterradora e inevitable.

Das Unbehagen Wächst

La inquietud crece

Publicidad