Las promesas
Mientras Clara se metía en la ducha, con la esperanza de calmarse y despejar la mente, la boda seguía su curso. Los invitados, aún conmocionados por el caos anterior, observaron cómo los novios se preparaban para intercambiar sus votos. Para asombro de todos, las palabras de Jamie iban dirigidas claramente a Stephanie, no a Clara, lo que revelaba que lo había planeado todo desde el principio. Estaba preparado.

Las promesas
¿Hay alguien que se oponga?
Cuando el sacerdote preguntó si alguien tenía objeciones, los padres de la novia se levantaron, exigiendo: “¿Qué es esta tontería, Stephanie? ¿Qué demonios estás haciendo?” Stephanie se limitó a hacerles callar, advirtiéndoles: “¡No os atreváis a arruinarme este hermoso momento!” Una oleada de murmullos se extendió entre los invitados, y el sacerdote rápidamente instó a todos a sentarse y permanecer en silencio mientras la ceremonia proseguía.

¿Hay alguien que se oponga?