Confusión silenciosa
Los cuatro estaban sentados en un silencio atónito, luchando por comprender lo que había ocurrido. La mente de Clara se agitaba, buscando cualquier pista que pudiera haberse perdido. Su madre miraba al suelo y su padre apretaba los puños, frustrado. “No tiene ningún sentido -dijo por fin Clara, rompiendo el pesado silencio. Sus padres asintieron con la cabeza, pero nadie tenía respuestas y en la habitación reinaba la confusión y la incredulidad.

Confusión silenciosa
Sonrisas falsas
La madre de Clara señaló que, a pesar de todo, la sonrisa de Liam había parecido forzada e infeliz. “¿Te has dado cuenta de lo falsa que era su sonrisa?”, le preguntó a Clara. “Sí”, dijo su padre. “No parecía feliz en absoluto” Clara frunció el ceño, repasando los acontecimientos en su mente. “Pensé que era cosa mía”, admitió. “Pero, ¿por qué hacerlo si no estaba contento? Intercambiaron miradas de desconcierto, y el misterio se hizo más profundo.

Sonrisas falsas